Firmas, grafismos y dibujos de Goya
Audioguía sobre Firmas, grafismos y dibujos de Goya
Con este proyecto queremos ofrecer al espectador una interacción con el mural pasando un buen rato, conociendo una parte personal de Goya a través de un mural cerámico, el cual está compuesto de tres piezas consecutivas. La imagen superior nos muestra la segunda pieza del proyecto consistente en dibujos y grafismos realizados por Estudio de arte 4. Las dimensiones del mural son de 2 metros de alto por 6 de largo, y el cual lleva por nombre «Firmas, Grafismos y Dibujos de Goya». Son pocas las ocasiones que existe la posibilidad de acceder a tantas cartas donde un artista pueda mostrar su lado personal, existe algún caso excepcional como el de Miguel Ángel, del cual se conservan las cartas que escribió entre el 2 de julio de 1496, cuando tenía veintiún años, y febrero de 1564, poco antes de morir, las cuales constituyen una fuente insustituible para conocer su vida. Lo mismo sucede con Goya, se ha conservado una amplia correspondencia de artista tan completa como la que se establece entre Francisco de Goya y Martín Zapater, amigo íntimo del pintor, el cual fue su confidente y compañero desde el colegio. En esta correspondencia se explaya explicando momentos de su vida, cabe decir que Zapater era su más cercano amigo, el cual llega a ser hasta su banquero cuando tiene que enviar a Zaragoza algún dinero a su familia. Se trata de una correspondencia entrañable, de amigo a amigo, desde la niñez en las Escuelas Pías de Zaragoza. Correspondencia llena de expresiones afectuosas y en la que se nos muestra a un Goya en la plenitud de su temperamento, con sus alegrías ingenuas y sus preocupaciones sin disimulo pues se trata de cartas sinceras, dándonos a conocer su posición en la sociedad de su tiempo.
Las cartas de Goya a Martín Zapater han servido de base a Estudio de Arte 4 dirigido por Javier Ábrego para realizar este proyecto muralistico, cuyas cartas e imágenes de cuadernos han sido facilitadas por el Museo del Prado, el cual es propietario y conservador de las mismas. Se trata de unas cartas que están escritas sobre papel, de tamaño bastante uniforme, algo envejecido como es lógico por el tiempo y aunque es notoria su degradación por el uso y el paso por el tiempo, en buen estado general. Es cierto que algunas de ellas contienen espacios de textos que han tenido que ser reconstruidos redibujándolas para trasladar los grafismos a la cerámica, interpretando algunos trazos. Casi siempre encontramos cartas de papel verjurado de unas dimensiones de 21 x 14,5 cm.
Referencias al cuaderno de Sanlúcar:
El sur de España fue destino de Goya en diferentes ocasiones, en un viaje que realiza desde Madrid a Sevilla en enero de 1793, en este viaje Goya enfermó, quizás de un ataque de apoplejía. Por esta causa lo llevan a restablecerse a Cádiz a casa de su amigo ilustrado Sebastián Martínez, buscando los buenos médicos de la Facultad y el clima benevolente de esta ciudad. No está clara la enfermedad que tuvo y se han señalado varias hipótesis, incluso se habló de una intoxicación por plomo por el uso en las pinturas utilizadas en la época para lograr imprimaciones cálidas, en muchos casos conseguidas con una mezcla compleja de pigmentos las cuales incluían amarillo de plomo y estaño, muy habitual este tipo de mezclas en artistas de esa época. En 1796 Goya regresó a Andalucía, y desde julio estuvo con la duquesa de Alba en Sanlúcar de Barrameda que había quedado viuda el mes anterior. El encuentro con ella supuso un periodo el cual dio por fruto una serie de dibujos magistrales donde aparece la duquesa, se trata del Álbum de Sanlúcar que también inspirará algunos de los temas de los Caprichos. Si se observa en este mural destaca una imagen central del dibujo que lleva por título «La duquesa Alba peinándose», perteneciente a un dibujo del cuaderno de Sanlúcar. Cierto es que La duquesa de Alba fue “musa» de Goya, y son muchos los historiadores que rechazan la fabulación de los amores de Goya y la Duquesa de Alba, afirmando que son un mito moderno que comenzó en el siglo XX. Desde luego, nada hay que lo deje entrever en las cartas que el autor del mural haya visto o leído al respecto.
Solo la voluntad me sobra:
En la parte inferior izquierda se puede leer una frase reproducida de la carta tal y como la escribió Goya a Joaquín María Ferrer de 20 de diciembre de 1825 con edad avanzada y como agradecimiento por el interés por su salud y circunstancias personales. Esta carta de Goya remitida desde Burdeos es un extraordinario epílogo escrito sobre sí mismo, y sobre su estado de ánimo en la vejez, sobre su pasado y sobre sus intenciones artísticas para el futuro. que dice así: «Agradézcame usted mucho estas malas letras porque ni vista, ni pulso, ni pluma ni tintero, todo me falta y solo la voluntad me sobra». Esta frase dio nombre a la exposición «Solo la voluntad me sobra», que se celebró con notable éxito en el Museo Nacional del Prado el 20 de noviembre hasta el 16 de febrero de 2020, una muestra que permitió estudiar junto al público visitante varios de sus principales dibujos, y entre ellos el «Cuaderno de Sanlúcar» el cual es el primero de los ocho cuadernos de dibujos que realizó Goya, también conocido como «Cuaderno A».
Referencias en el mural a los Caprichos de Goya:
En 1799, se ponía a la venta una colección de ochenta estampas grabadas al aguafuerte por el pintor Francisco de Goya, que contaba 53 años de edad. Estos grabados, mediante el ridículo, la extravagancia y la fantasía, censuraban errores y vicios de la España de la época. Dentro de este mural la referencia más notable se encuentra en la parte inferior derecha donde se traslada a la cerámica una reproducción manuscrita de un recibo firmado por Goya, en la cual se puede leer que realiza una venta de la serie de Los Caprichos a la duquesa de Osuna. El año de 1799 es uno de los momentos clave en la vida y la obra de Francisco de Goya. Además de ser nombrado primer pintor de cámara, y de gozar de un creciente prestigio como retratista y de inaugurarse la ermita de San Antonio de la Florida que él había decorado. El 6 de febrero se publicó en el Diario de Madrid el anuncio de la puesta a la venta de las ochenta estampas que forman la serie de los Caprichos. Aquí se muestra una reproducción esmaltada y dibujada a mano del recibo de la venta de estos a la Duquesa de Osuna con una firma donde el 17 de enero Goya recibe 1.500 reales de vellón por la venta de una colección. (Vellón es el nombre que recibe la aleación de cobre y plata con la que antiguamente se fabricaban algunas monedas. El último monarca que acuñó el real español tradicional fue Fernando VII, un real equivalía a 25 céntimos de peseta.) La serie de los Caprichos se publicó en febrero de 1799, pero al perder el poder Godoy y los ilustrados, el pintor retiró los ejemplares aún disponibles de forma precipitada por temor a la Inquisición, solo 14 días después de salir a la venta. Posteriormente en 1807, para salvar los Caprichos, Goya decidió ofrecer al rey las planchas y los 240 ejemplares no vendidos, con destino a la Real Calcografía, a cambio de una pensión vitalicia de doce mil reales anuales para su hijo Javier. De los Caprichos se conocen trece ediciones oficiales: la de 1799, cinco en el siglo XIX, y siete en el siglo XX. Siendo la última en 1970 realizada por la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando. Sabido es que en su pueblo natal (Fuendetodos) se puede contemplar una serie de esta magnífica colección.
Autorretrato y Autocaricatura de Goya:
En la parte superior derecha del mural se encuentra en contraste un autorretrato y una autocaricatura. El primero es el autorretrato a la tinta china y aguada, en el que Goya se dibujó con barba, patillas y con una media melena revuelta. Se trata de una obra perteneciente a la colección del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Y la caricatura pertenece al contenido de una carta donde Goya se dibuja de forma expresiva con una caricatura su sobrecarga de trabajo, escribe a su amigo con un comienzo enigmático, explica confidencialmente la pretensión de pintarle un retrato de cuerpo entero a María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, duquesa de Alba. También le habla de la realización del boceto para el retrato ecuestre de Manuel Godoy, duque de Alcudia. Inquietud por las dificultades y trascendencia política del encargo. Y una noticia de la delegación del cometido, el cual inicialmente había sido confiado a Francisco Bayeu, rechazado por indisposición y viaje de éste a Zaragoza. También la petición de tramitar el reembolso de un préstamo, documentado mediante recibo. Despedida con la caricatura del pintor indicando, así estoy…… Muy habitual en sus cartas con Martín Zapater expresando con un dibujo su estado. Al igual que utilizar el dibujo de un ojo, para decir a su amigo Zapater, aunque no estoy en Zaragoza, te estoy viendo. O la utilización de expresiones cariñosas como Querido del Alma.
Referencia a la firma François Goya:
¿Cuál es el motivo de esta firma de Goya? Se trata de una carta que escribe Goya a su amigo Martín Zapater, con un alto contenido de broma, dice así de lo que hemos podio entender de la carta.
A Martín Zapater.
Madrid le 14 novemhre 1787.
Je vais hazarder, mon cher ami, de vous ecrire en frarn;:ois parce que je si;:ais que vous aimes cette langue. Je me suis mis dans l’ idée de l’ apprendre. Je ne si;:ai si je reussirai. Je vous envoye mes premiers
5 essais; en consequence je vous prie de me si;:avoir dire en reponse si lez 200 reales que j’ai comptés a M. Yoldi pour ma soeur, est la somme juste; comme j’ai perdu votre letre je ne me rappelle pas s’il faut plus ou moins.
J’attendrai done votre reponce avec la demier impatience, esperant que vous me croirés pour la vie votre fidel ami.
Fracois Goya Je crains que tu es besoin d’un dictionaire pur deviner ces mots;
si tu n’en a pasje t’enverrai le mien.
Madrid el 14 de noviembre de 1787.
Me arriesgaré a adivinar, querido amigo, de escribirte en francés; es porque lo hago; sé que te gusta este idioma. Se me ocurrió la idea de aprenderlo. Yo no sé si voy a tener éxito. Te mando mi primer ensayo; como resultado, por favor dígame si habre dicho en respuesta si los 200 reales que le conté al Sr. Yoldi para mi hermana, es la suma correcta; como perdí tu carta, no recuerdo si se necesita más o menos.
Por tanto, esperaré tu respuesta con la última impaciencia, esperando que me creas de por vida como tu fiel amigo.
Fracois Goya Me temo que necesitas un diccionario para adivinar estas palabras;
Si no tienes uno, le enviaré el mío.
1787.XI.28 MADRID
Más tarde le responde:
A Martín Zapater.
Querido Martín: No te escribiré en francés hasta que no lo hable mejor, porque aún me cuesta mucho trabajo. Por Yoldi me enteré de que cazas tordos y que te diviertes todo lo que puedes; hemos ido algunas veces a por alondras, y fallamos tantas como tú, pero nos pasamos un día divertido y al aire libre. Todo parece una diversión, pero que se manchen las escopetas es aún más desagradable de lo que parece. Me gustaría saber si estás elegante, distinguido o desaliñado, si te has dejado harba, si conservas todos los dientes, si te ha crecido la nariz, si llevas gafas, si caminas erguido, si has encanecido en alguna parte y si se te ha pasado el tiempo tan deprisa como a mí. Me he vuelto viejo con muchas arrugas que no me conocerías sino por lo romo y por los ojos hundidos… lo que es cierto que ya hoy notando mucho los 41 y tal hez tu te conserbarás como en la escuela del Padre Joaquín.
He escrito al Fraile valenciano por los colores. A mi hermana le escribiré esta noche, para que te vaya a ver y dale los 15 duros .
Fin de la carta respuesta.
Es obvia la cercanía, confianza y buena amistad siempre escritas con tono entrañable y con algunas bromas escritas o dibujadas en las cartas que enviaba Goya a su amigo Martin Zapater, y es por ello que nos pareció curioso y relevante incluir por lo excepcional de la firma esta referencia a la firma.